El pequeño cocodrilo para aprender sus cantares usa las aguas del Nilo con sus notas musicales. Con hipo... con hipo... con hipócrita modestia sus garras ponen a indicar a los tiernos pececillos por donde deben entrar.
jueves, 25 de agosto de 2011
Inciso. El Edificio. Final.
Creo que he muerto. Y sino lo he hecho lo haré si alguna vez se para este sentimiento. Ahi estaba enfrente mía y de repente estaba en mis brazos. ¿Como ha pasado? No lo se. Pero siento su cuerpo pegado al mio. Su calor y sus latidos inundan el cuarto que parece haberse quedado pequeño. La abrazo con toda la ternura que ella desprende y meto mis dedos entre su pelo para perderme en el. Ella esconde su cara en mi pecho y la noto respirar aliviada. Todo su cuerpo se relaja y se une con el mio como si encajaran dos piezas de puzzle exactas. Y es entonces cuando la vuelvo a mirar esperando que ella haga lo mismo y es ahí en ese momento cuando sus ojos me lo dicen todo. Puedo ver su dolor, su tristeza, y su perdida. Puedo ver el sufrimiento y el cariño que ella misma desprende. Acerco mi cara a la suya y rozo con mis labios los suyos. Nos estremecemos y siento que por fin puedo aliviar su dolor y a la vez el mio. Siento su vida en sus labios fundiéndose con los míos No quiero que acabe y no dejare que lo haga. Sea lo que sea que pase a partir de entonces se que no podre marcharme y por lo que se... sus labios están de acuerdo conmigo.
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1 comentario:
Siempre te lo he dicho, me encanta como escribes, has escrito un relato que desde el primer capitulo a enganchado, he tenido ganas de seguir leyendo y saber que iba pasando con los personajes y como evolucionaba la historia. Tenia varias teorías de quien podria ser el (un fantasma, la muerte) , pero el final que le has dado es muy bonito y romantico. De 10. ;)
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