jueves, 25 de agosto de 2011

Inciso. El Edificio. Capitulo 2.

EL:

Creo que lo sabe. Sabe que la sigo. Sus recorridos han cambiado. Ahora son mas seguros, me lleva a los pocos rincones de este majestuoso edificio que son bellos. Esos espacios de luz donde misteriosamente sabe que puedo esconderme tras una estantería o una columna. La veo mas risueña con media sonrisa en la cara y los ojos iluminados, lo noto aun sin verle la cara. Su melena color miel se balancea en su espalda a merced del poco viento que entra por las ventanas. Sus manos delicadas y jóvenes se entrelazan en su espalda como indicándome que la siga. Siento que cada vez estoy mas cerca de ella. No se ni su nombre ni los motivos por los que esta aquí. Las pocas veces que sale del edificio la veo perderse entre la multitud de la gran ciudad, pero son pocas horas las que tarda en volver. Siento su presencia aunque este en la otra punta del edificio. Siento como se iluminan las habilitaciones a su paso. Y la gente se fija en ella sin reparar en su belleza. ¿Acaso la gente esta ciega?

ELLA:

No lo puedo evitar. Estoy yendo hacia lugares donde las cristaleras son mas grandes. Solo para verle en los reflejos escondido. desde fuera debemos de parecer graciosos. Yo me muero de curiosidad y sobretodo del sentimiento que me encoje el estomago cuando siento sus ojos clavados en mi. Pero no es un sentimiento malo, sino todo lo contrario. Es magnifico. Te sobrecoge de una manera espectacular. Entré en una pequeña estancia donde solo tenia una columna donde esconderse y no reparó en el espejo que había enfrente. Pude verle con todo detalle. Su cara tan asombrada como curiosa dejaba entrever sus labios que hicieron estremecerme, sus ojos tan fijos en mi que me costo no mirar hacia atrás y seguir disimulando. Su cabello despeinado rubio como el trigo se alborota aun mas cuando el viento se cuela por los recovecos del edificio. Quiero girarme y abrazarle pero creerá que estoy loca. Aunque sigo sin saber por que me sigue a mi. Por que ya no hay duda de que soy yo su persona misteriosa a la que observa. ¿Que pensara para seguir aun detrás mía? Aun no me atrevo a formularle preguntas. Pero no quiero que el tiempo se agote...

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