lunes, 18 de abril de 2011

Capitulo 18. Shizu decide vivir

Que deprimente es nuestra vida. Nos pasamos toda nuestra existencia viviendo cosas que todos los demás viven de igual forma. No somos originales y normalmente no nos pasa nada que nos diga que todo puede cambiar. Crecemos, algunos con una buena familia y otros no con tanta suerte. Pasamos una infancia normal, hacemos amigos, vamos al colegio, empezamos a salir los fines de semana hasta ser pura rutina. Todo acaba siendo pura rutina. Nos enamoramos por primera vez, sufrimos decepciones, broncas por parte de los padres, seguimos estudiando, decidimos si seguir en la Universidad o empezamos a trabajar o hacer otras cosas. Todos los días son iguales. Rompemos con la pareja, nos echamos novio/a, ligamos, practicamos sexo, da un placer pasajero, luego viene la sensación de vacio de nuevo. Seguimos con la rutina, estudiar y trabajar. Trabajamos simplemente, vamos ahorrando dinero para lo que luego sera nuestra vida independiente. Hacemos caso de nuestros padres, y nos juntamos con algún chico o chica que aceptemos para pasar con ellos el resto de nuestra vida. Nos casamos, nos vamos a vivir a alguna casa que nos podamos permitir. Y todo ira bien el primer año, donde habrá sexo por todos los rincones de la casa y estaremos en una nube, pero con la misma sensación de vacio y a la espera de que todo acabe dentro de un tiempo. El segundo año por puro aburrimiento plantearemos tener hijos, y el tercero nos quedamos embarazadas, genial. A partir de entonces la única razón de mi vida serán mis hijos, yo ya no importare, y mucho menos mi pareja. Todo se hará egoistamente por ellos, porque mi vida es de ellos y no mía. Mi pareja se echara un par de amantes, solo por lo vació/a que se siente y la primera vez le pillare y montare en cólera, el/ella me pedirá perdón muy arrepentida/o y yo le perdonare porque no tengo nada mas a lo que aferrarme. La segunda vez yo lo sabre de antemano y lo ignorare, cansada de todo. Y así envejeceremos volviendo a esperar que nuestros hijos se vayan de casa, y nos quedaremos solos, y ya es demasiado tarde para pensar en mi, seguramente ya aprendí a no hacerlo, simplemente estableceré mi rutina y haré la vista gorda ante todo lo que ocurra esperando a marchitarme sin mas.

Sinceramente, es demasiado angustioso pensar que un texto como este pudiera ser tan revelador, me asusta pensar así, ya que siempre he opinado que odiaría que mi vida fuera tan predeterminada. Desde siempre he tenido ese miedo, al verlo plasmado en un texto de otra persona (aunque aquí adaptado a mis palabras) ha sido demasiado aterrador. No quiero una vida así, una vida hecha, una vida prefabricada que nos impida perdernos la originalidad y la espontaneidad de las cosas. El problema es que estoy sola en esto, el mundo entero opina que quiere magia pero prefiere la comodidad de tener una seguridad de que no se va quedar sola. Que mas dará, a mi la soledad no me preocupa, me preocupa mas el hecho de no vivir una vida plena y de no ser feliz alguna vez en mi vida. Porque ahora mismo solo hay cachitos de felicidad tan sumamente pequeños que no compensan a la parte triste. Algún día quizás lo harán, pero no es ahora el momento. No quiero perder esa magia que tenia antes de poder transmitir a los demás, no quiero sentirme así de vacía. Quiero vivir pero no como los demás. No quiero costumbres. Pero es demasiado difícil lo que pido. Sigo buscando alguna cosa que me haga reaccionar, pero seguiré buscando...

No hay comentarios: